Terapia de Presión Negativa

En heridas profundas o estancadas, usamos un sistema que aplica succión suave para limpiar, cerrar y regenerar el tejido desde adentro. Es una tecnología eficaz y segura que permite sanar más rápido y con mejores resultados.

Una tecnología avanzada que acelera el cierre de heridas complejas

Algunas heridas son tan profundas, grandes o complicadas que parece que no avanzan, incluso después de semanas de tratamiento. En esos casos, necesitamos algo más que apósitos: necesitamos una tecnología que active el proceso de sanación desde adentro.

Esa tecnología existe, se llama terapia de presión negativa (también conocida como VAC), y ha transformado la forma en que tratamos heridas difíciles.

¿Qué es la terapia de presión negativa?

Es un sistema avanzado que sella la herida herméticamente y aplica una succión suave y controlada a través de una esponja estéril conectada a una bomba eléctrica. Esta presión negativa no solo drena el exceso de líquido y bacterias, sino que estimula la formación de tejido nuevo, acelera la cicatrización y mejora la circulación en la zona afectada.

Podría parecer un sistema complicado, pero en realidad está diseñado para facilitar tu tratamiento y hacer que el cuerpo se recupere más rápido, con menos intervenciones invasivas.

¿Por qué usamos la presión negativa?

Porque en heridas grandes, con pérdida de tejido, con infecciones controladas o con condiciones crónicas, es necesario crear un entorno altamente eficiente para que el cuerpo pueda sanar sin más desgaste.

Los beneficios reales de esta terapia son:

  • Reduce la inflamación y el líquido acumulado en la herida (exudado)
  • Disminuye el riesgo de infección, al remover bacterias constantemente
  • Estimula el crecimiento de tejido de granulación (la base para una piel sana)
  • Acelera la cicatrización en heridas profundas o muy extensas
  • Disminuye la frecuencia de cambios de apósito, lo que reduce dolor y mejora la calidad de vida del paciente
  • Ayuda a preparar la herida para un cierre quirúrgico o injerto, si es necesario

¿Qué tipo de heridas tratamos con presión negativa?

Esta terapia no es para todos, pero cuando se indica correctamente, puede hacer la diferencia entre sanar o seguir estancado. La usamos en pacientes con:

  • Heridas quirúrgicas abiertas que no han cerrado
  • Heridas traumáticas con pérdida de piel o tejido
  • Infecciones ya controladas, pero con daño severo en el área
  • Úlceras profundas por presión (escaras en glúteos, espalda o talones)
  • Heridas relacionadas con pie diabético que requieren regeneración extensa
  • Sitios quirúrgicos que deben cicatrizar con rapidez y menor riesgo

Siempre realizamos una valoración médica completa antes de indicar esta terapia. No se coloca si hay sangrado activo, necrosis no desbridada o problemas circulatorios graves sin control.

¿Cómo lo aplicamos en Kura+?

En Kura+, utilizamos equipos de última generación con sistemas seguros y silenciosos, ideales tanto para uso hospitalario como en casa. Nuestro equipo se encarga de colocar el dispositivo, hacer los cambios programados, controlar el progreso de la herida y resolver cualquier duda o incomodidad que tengas.

Además, trabajamos contigo y con tu familia para que entiendan el funcionamiento del equipo, pierdan el miedo al sistema, y se sientan acompañados en todo momento.

“Cuando me dijeron que era un aparato con succión, tuve miedo. Pero fue lo que más ayudó a que mi herida cerrara. Y casi no dolía.”
— Paciente con herida postquirúrgica compleja

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